Hacer fotos espectaculares es solo la punta del iceberg del trabajo de un/a fotógrafo/a profesional. Lo que no se ve (pero se siente en cada disparo) es el cariño y el cuidado con el que tratamos nuestro equipo. Porque, admitámoslo, nuestras cámaras son casi como un miembro más de la familia… ¡o mejor!

El mantenimiento del equipo fotográfico no es solo una tarea, es una declaración de amor. Y con el verano y sus cambios de temperatura extremos, hay que redoblar la atención. ¿Cómo lograr que nuestra cámara sobreviva al calor, la humedad y esos terribles granitos de arena que parecen teletransportarse dentro del objetivo? ¡Aquí van algunos trucos!

Las cámaras también merecen mimos, y una limpieza profesional periódica es la clave. Yo confío en el servicio oficial de Canon para dejarla como nueva. Además, un paño de microfibra, un soplador de aire y un pincel antiestático en tu kit diario pueden salvar tu sensor de un desastre.

Las pequeñas motas de polvo, aunque parezcan inofensivas, pueden convertirse en auténticas villanas para tu cámara. Si llegan al sensor, pueden dejar manchas en tus fotos, especialmente en escenas con fondos uniformes, como cielos o paredes. Y lo peor es que esas manchas no se quitan con un simple retoque en edición; ¡ahí es donde empieza el drama!

Además, el polvo acumulado puede afectar a los mecanismos internos de la cámara, causando fallos en el enfoque o incluso daños permanentes. Por eso, mantener el sensor limpio es una inversión directa en la calidad de tus imágenes y en la vida útil de tu equipo.

La humedad es como ese invitado molesto que nunca pediste. Por suerte, las cabinas deshumidificadoras son los superhéroes del equipo:

1. Controlan la humedad para evitar hongos en lentes y sensores.
2. Sus materiales de acero laminado en frío protegen del polvo, como si envolvieras tu cámara en un abrazo blindado.
3. Invertir en una cabina deshumidificadora es cuidar tu cámara como si fuera un tesoro (porque lo es).

Viajar con tu cámara es emocionante, pero también un desafío. Una buena mochila acolchada y resistente no solo protege, sino que también es un organizador genial. Busca aquellas con bolsillos secretos y cremalleras robustas, como esas mochilas que parecen un tanque con tirantes.

Cuidar las baterías no es ciencia de cohetes:

1. No las dejes expuestas al calor extremo (ni olvidadas en el coche).
2. Evita descargarlas completamente.
3. Cárgalas solo con cargadores oficiales (los baratos te saldrán caros). Ah, y nunca está de más llevar una batería extra… o dos.

1. Evita cambios bruscos de temperatura.
2. No limpies lentes con la camiseta que llevas puesta.
3. Guarda siempre tu equipo en lugares seguros y secos.