¿Alguna vez te has arrepentido de no haber capturado bien aquel atardecer increíble o ese plato de comida que parecía sacado de una revista? ¡Que no cunda el pánico! Con esta guía de fotografía con smartphone para viajeros y viajeras, podrás llevarte no solo recuerdos sino auténticas obras de arte directamente a tu galería. Y lo mejor de todo: no necesitas ser un/a fotógrafo/a profesional, solo ganas de pasarlo bien y un poco de creatividad.

Olvídate del flash. Repite conmigo: “El flash arruina vidas”. Bueno, tal vez no tanto, pero sí arruina fotos. Aprovecha la luz del amanecer o el atardecer (la famosa golden hour) para obtener colores más cálidos y sombras más suaves. Si estás en interiores, colócate cerca de una ventana para iluminar tu sujeto de forma natural.

¡Genial! Las nubes actúan como un difusor natural y suavizan las sombras. Perfecto para retratos o fotos de paisajes. Así que no te desanimes por el clima, porque cada situación tiene su encanto fotográfico.

Antes de lanzarte a disparar como loco, tómate unos minutos para conocer las capacidades de tu móvil. ¿Tienes modo noche? ¿Sabes usar el enfoque manual? Investiga y experimenta, porque esa camarita tiene más secretos que un baúl de pirata.

Consejo top: Activa siempre la cuadrícula de la cámara. Esto te ayudará a usar e interpretar la regla de los tercios, y créeme, ¡tu Instagram te lo agradecerá!

La diferencia entre una foto “meh” y una “wow” muchas veces está en la composición. Aquí van algunos trucos rápidos:

• Perspectivas inusuales: No siempre tomes fotos de frente. Agáchate, súbete a una roca (¡con cuidado!) o busca reflejos en charcos o cristales.
• Incluye elementos humanos: Una silueta, una mano sosteniendo un café, o incluso tus propios pies pueden añadir contexto y calidez a la imagen.
• Simplifica: A veces, menos es más. Busca fondos limpios y evita el desorden visual.

No te detengas en la toma. Dedica unos minutos a retocar tus fotos con apps como Snapseed. Ajusta el brillo, contraste, y saturación para dar vida a tus imágenes sin que pierdan naturalidad.

• Tonos cálidos: Perfectos para playas y amaneceres.
• Blanco y negro: Ideal para retratos con carácter o escenas urbanas.
• Aventurero vintage: Agrega un toque nostálgico a tus fotos de naturaleza.

No todo son paisajes. Documenta también esos pequeños momentos que hacen especial tu viaje: la risa espontánea de un amigo o amiga, el caos en un mercado, o incluso esa comida tan rica que tuviste que pedir dos veces.

Los selfies no solo son una forma rápida de aparecer en tus propias fotos, ¡también son perfectos para inmortalizar momentos únicos! Pero no se trata solo de estirar el brazo y disparar.

En un próximo post, te comentaré algunos trucos que te convertirán en un maestro del selfie… porque si queremos hacerlo bien, no es tan fácil como parece